"Exactamente, ¿qué es un APOSTOL?"

Capítulo 8

El Apóstol del Tiempo del Fin

En los capítulos precedentes hemos visto que la Verdadera Iglesia de Dios debe mantenerse sujeta al apóstol específico que Dios le envía - el que los ilumina primero con la Verdadera Palabra de Dios. También hemos visto cómo, aún después de la muerte de tal apóstol, Dios espera de su pueblo que recuerde la Verdad que su apóstol enseñó, y que se mantenga sujeto a la herencia espiritual que él le dejó. Haciendo esto, se da protección contra falsos maestros.

En el tiempo del fin, la profecía indica que un apóstol muy especial ha de ser "enviado" por Dios. Este individuo está destinado a restaurar "todas las cosas" (Mateo 17:11). Lo que sea que puedan significar "todas las cosas", ciertamente debe incluir todos los fundamentos espirituales que el pueblo de Dios necesitará en ese tiempo crucial. Sin embargo, la escritura también indica que el nivel de los falsos maestros está dispuesto a elevarse desproporcionadamente, al tiempo que Satanás ve que su era forzosamente va a cerrarse (Mateo 24:24). Correctamente entendiendo y apreciando el papel del apóstol del tiempo del fin, consecuentemente, se vuelve progresivamente más importante, en tanto que nos aproximamos al final de esta era. Esto ayudará a cada uno de nosotros a reconocer a aquellos profetizados falsos maestros, cuando llegamos a cruzarnos con ellos.

El Elías que Viene

En la descripción de Juan el Bautista, Cristo presenta a Juan como tipo de uno profetizado a ser "enviado" justo antes de su segunda venida. Esto está indicado cuando Cristo dice: "Elías viene primero, y restaurará todas las cosas. Mas os digo que Elías ya vino" (Mateo 17:11-12). Los tiempos [de conjugación] usados aquí demuestran dos cumplimientos separados. Además, por ser "enviado" (lo cual es lo que significa el título de apóstol), Cristo también describe el papel de Juan el Bautista como "más que profeta" (Mateo 11:9). Lo que sigue, por lo tanto, es que el cumplimiento del futuro papel también ostentaría un oficio similar, y el único oficio más grande que profeta es aquel de un apóstol (I Corintios 12:28).

El trabajo primario de este individuo es preparar un pueblo elegido de Dios, como parte del mismo Templo viviente al que Cristo regresa como Rey de Reyes (Malaquias 3:1). Esto exige enseñarles la revelación específica que Dios restaura - iluminándolos con la Verdad por primera vez. Si tal pueblo no existe, Dios dice que Él destruirá la tierra (Malaquias 4:6). Mas, es claro que un pueblo elegido estará presente, como nos dice Mateo: "por causa de los escogidos aquellos días serán acortados" (Mateo 24:22). El hecho de que "los elegidos" están profetizados a existir, indica que este apóstol ha aparecido sobre la tierra, previo a este tiempo - restaurando todas las cosas específicas que ellos necesitarán para su preparación.

Cuando se habla de este individuo, note, por favor, que él es un individuo - como fue Juan el Bautista. No existe indicación de que él está vinculado con algún otro, tal como a uno de los dos testigos, que se encuentra en Apocalipsis 11. La profecía tampoco habla de un grupo colectivo de iglesia. Dios dice: "He aquí, yo envío mi mensajero [singular - no plural]" (Malaquias 3:1), y "este [singular] es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo: Voz del [singular] que clama en el desierto" (Mateo 3:3). Lo que nosotros debemos buscar es un individuo que prepara al pueblo de Dios, justo antes del fin de esta era. Las profecías son muy explícitas.

Viendo Correctamente el Tiempo

Para entender correctamente tales profecías, es importante que apreciemos la forma como Dios ve el tiempo, y, entonces, usemos una vista similar. Pedro nos dice que para Dios "mil años son como un día" (II Pedro 3:8). En la misma sección se nos dijo: "que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento?" (II Pedro 3:3-4). El principio de 1000 años por un día parece ser un antídoto que Dios nos da para contrarrestar tal sarcasmo.

La Iglesia primitiva también entendió este principio. Observe lo que Edward Gibbon escribe en La Historia de la Declinación y Caída del Imperio Romano, Vol. II: "La antigua y popular doctrina del milenio estaba íntimamente conectada con la segunda venida de Cristo. Como las obras de la creación habían sido terminadas en seis días, su duración, en su estado presente… estaba fijada en seis mil años… Seguido por un gozoso Sábado de mil años" (Pág. 100-101).

Cuando indagamos en la historia del hombre, usando esta medida -con 6,000 años equivalentes a una semana de trabajo - una inesperada figura emerge: La mayor parte de las cosas de alguna significación, parece que ocurre durante la porción final del día Viernes - el tiempo que corresponde al día de preparación para el Sábado Milenial. Examinemos tres de tales áreas que directamente se relacionan con el apóstol del tiempo del fin:

Mañana Temprano de ese "Viernes": En el año 1,525, William Tyndale, produjo una traducción de la Biblia en lengua Inglesa. Al mismo tiempo, por medio de la invención de la imprenta, él pudo diseminar esta edición de las escrituras al gran público - dando acceso nunca antes visto a la Palabra de Dios. Así pues, Tyndale dijo a unos sacerdotes visitantes las palabras famosas: "Si Dios preserva mi vida, antes de que pase mucho tiempo, causaré que un niño campesino conozca las escrituras mejor que ustedes!" Este acceso universal a la escritura fue crucial para que el apóstol del tiempo del fin llevara a cabo efectivamente su trabajo. Mucho de la obra de Tyndale sobrevive hasta este día dentro de la Biblia King James.

Alrededor del "medio día" de ese "Viernes": En el año 1,815, la revolución industrial comenzó. Este fue también un evento crucial. Daniel predijo que en "el tiempo del fin: Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará" (Daniel 12:4). En lenguaje moderno, estas cualidades son: "comunicación y ciencia". Éstas, definen virtualmente nuestro mundo de hoy, pero sus raíces se remontan históricamente a la revolución industrial.

Entre "las 2 p.m. y 3 p.m."de ese "Viernes": Desde aproximadamente el año 1,900 - las dos cualidades de comunicación y ciencia, empezaron, literalmente, a explotar dentro del mundo. El teléfono, la radio, el poder de volar, las fábricas de automóviles, la invención de la pulpa de papel, la electricidad comercial, la teoría del átomo - todo empezó en este tiempo. El "tiempo del fin" en sí mismo comenzó realmente desde este punto!

A Daniel se le dijo: "cierra las palabras y sella el libro [todavía] hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará" (Daniel 12:4). Este tiempo - empezando alrededor de 1900 - es el tiempo de empezar a buscar las palabras de Daniel que han de ser reveladas, como se predijo! Este tiempo - el estilo de vida, empezando alrededor de 1900 es la época en la cual nosotros necesitamos encontrar al apóstol profetizado del tiempo del fin!

Apostasía Sin Precedentes

Cuando Cristo profetiza que "A la verdad, Elías viene primero, y restaurará todas las cosas" (Mateo 17:11), Él realmente está dándonos una nueva profecía. Esta restauración de la Verdad es particularmente importante, puesto que también establece la base de trabajo para que otras dos vitales profecías tengan lugar. Ambas están ligadas a la Verdad revelada que el apóstol del tiempo del fin está destinado a restaurar:

Dentro de II de Tesalonicenses, hay profetizado una gran apostasía, o abandono de la Verdad de Dios, que tiene lugar justo antes del fin: "Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía" (II Tesalonicenses 2:3). Esta apostasía no puede estarse refiriendo a lo que ocurrió durante el surgimiento de la Iglesia Católica en el primer siglo, pues la apostasía en cuestión está específicamente atada al tiempo del fin (versículo 1); no fue un evento 2,000 años antes. Pablo nos dice que será uno de dos cruciales signos, indicando que la era completa del hombre está a punto de cerrarse. Hasta que la apostasía ocurra, nos dice él, no deberíamos dejarnos, "mover fácilmente del… modo de pensar… que el día del Señor está cerca" (versículo 2). Esta tiene que ser una mayor apostasía de la Verdad - diferente de cualquiera que haya sido vista antes - justo antes del regreso de Cristo.

Para que tal apostasía tenga lugar, La Verdad debe primero haber sido restaurada. Solamente entonces puede, subsiguientemente, darse un abandono de esa Verdad. Así que el apóstol profetizado quien restaura - todas las cosas al tiempo del fin - debe venir previo a esta final apostasía sin precedentes.

Adicionalmente, cuando empezamos a apreciar la escala involucrada en esta apostasía, también llega a ser más que probable que la apostasía tendrá lugar después de que el apóstol del tiempo del fin haya muerto. Un total rechazo del Camino de Dios, sin precedentes, por parte de un segmento dentro de la Iglesia fundada por el apóstol mismo, está involucrado. Es esta escala, que se indicó antes, sin precedentes - y, quizás, la velocidad - que hace más probable que el que inicialmente restauró esa Verdad no está más allí para proteger la Iglesia.

Filadelfia y Laodicea

Además de la apostasía ya mencionada, encontramos también un segundo problema dentro de lo que queda de la Iglesia de Dios del tiempo del fin. Este problema está implícito cuando examinamos dos de las iglesias encontradas dentro de los capítulos iniciales de Apocalipsis.

Puede ser claramente demostrado, que las Siete Iglesias de Apocalipsis, elementalmente, representan sucesivas eras de la Verdadera Iglesia, porque al apóstol Juan le fue dicho: "no selles las palabras de la profecía de este libro porque el tiempo está cerca" (Apocalipsis 22:10; 1:3). El punto de concentración de Apocalipsis es "El Día del Señor" del tiempo del fin (Apocalipsis 1:10). Solamente comprendiendo estas Iglesias como sucesivas eras, el no selles,citado arriba, en relación con todo el libro, tiene sentido. Solamente entonces puede la primera era (Éfeso) tener información específicamente para aquellos, en los días de Juan - haciendo la frase, "porque el tiempo está cerca," correcta.

Cuando miramos a estas sucesivas eras, dos Iglesias del tiempo del fin llegan a la vista: Filadelfia y Laodicea. Dentro de estos dos grupos, podemos ver también evidencia de que allí existe un apóstol del tiempo del fin.

Es bastante claro que Filadelfia existe justo antes y durante el fin del mundo, como Cristo les dijo, no solamente "he aquí, yo vengo pronto" (Apocalipsis 3:11), sino que también habla de la inminencia de "la hora de la prueba [tentación] que ha de venir sobre el mundo entero" (Apocalipsis 3:10). Esta era debe ser, por lo tanto, concurrente con el apóstol del tiempo del fin, quien es el medio por el que Dios revela Su Verdad durante este tiempo. Además, a ella [Filadelfia] se le dijo que "retén lo que tienes" (Apocalipsis 3:11). Resulta, por lo tanto, que aquello que ella tiene debe de haber venido originalmente de este individuo que fue profetizado para "restaurar todas las cosas" (Mateo 17:11).

La Ceguera de Laodicea y Las Aguas de Siloé

En el caso de la Iglesia de Laodicea, ésta es descrita en cuanto a ser "pobre, ciega, y desnuda" y debe, por eso [ungir sus] "ojos con colirio, para que veas" (Apocalipsis 3:17, 18). Acoplando este pasaje con la lección del ciego de nacimiento, en Juan 9, nos permite comprender no solamente qué es lo que Laodicea debe hacer, sino también cómo Laodicea y la era previa (Filadelfia) están atadas.

El mandamiento a Filadelfia de "retén lo que tienes" (Apocalipsis 3:11), también implica parte del antídoto que Laodicea necesita. Asimismo, el significado de Laodicea ("la gente que juzga o decide"), y la advertencia a Filadelfia de que "ninguno tome tu corona" (Apocalipsis 3:11), provee fuertes indicaciones de que ambos problemas, y la solución necesaria, son comunes a ambas. La diferencia es que Filadelfia aplica voluntariamente la solución, y Laodicea no.

Parece que aquellos dentro de Laodicea han dejado la fuente de agua pura y Espiritual que Dios anteriormente usó para lavar completamente su ceguera, en el proceso de conversión. Este colirio está encapsulado dentro del mismo significado de la palabra "Siloé", que se encuentra en Juan 9: La iluminación que vino originalmente por vía del "apóstol", o del que Dios "envió " a ambas, Filadelfia y Laodicea, con su Verdad revelada. La indicación es que Laodicea está sustituyendo las enseñanzas por las de los hombres (Hebreo: Adam) cuyas ideas ciegas de barro son meramente de esta tierra (Hebreo: adama). Solamente al retornar a "la piscina de Siloé" [la cual significa enviado o apóstol] - a los fundamentos Espirituales Verdaderos enviados por Dios (no por el hombre) - pueden por lo tanto, aquellos dentro de Laodicea, remover su ceguera Espiritual.

Este análisis es también reforzado cuando leemos sobre las vírgenes insensatas en Mateo 25. El ingrediente clave perdido, en su caso, es aceite - otro símbolo para el Espíritu de Dios y la Verdad de ese Espíritu. Como hemos visto, Dios da Su Verdad en el nivel fundamental a través de apóstoles, usando gracia o dones Espirituales. En el tiempo del fin, este es un individuo singular - apóstol de Dios profetizado, quien prepara al pueblo para el regreso de Cristo.

Exactamente Dos Alternativas - Con implicaciones

Únicamente dos alternativas son posibles: Que el apóstol de Dios del tiempo del fin ha venido, o no lo ha hecho. Como veremos, escoger creer que no ha venido, acarrea algunas profundas implicaciones para el pueblo de Dios hoy. Cuando entendemos de manera exacta el escenario que está profetizado, aquellas implicaciones son verdaderamente escalofriantes.

La conclusión lógica es: Si el señor Herbert W. Armstrong no fue el apóstol del tiempo del fin (como él clamó ser), entonces la Verdadera Iglesia de Dios debe buscar otro. Ese individuo debe aparecer - preciso, como está profetizado - o Dios es hecho mentiroso! Pero. ¿Cuáles son las implicaciones de rechazar al señor Armstrong como el que cumplió ese papel? ¿Qué pasa si buscamos otro Elías del Tiempo del Fin en su lugar? Y si decidimos por este curso de acción - y nos equivocamos - ¿Cuáles son las repercusiones?

La mayoría de los que desean rechazar al señor Armstrong como el Elías, han hecho voces en cuanto a que "venir en el espíritu y poder de Elías" implica grandes habilidades para ejecutar milagros, tales como aquellas dadas al Elías de la antigüedad y a los dos testigos. Esta postura es muy peligrosa en realidad, puesto que se nos dijo que "se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si [fuere]posible, aun a los escogidos" (Mateo 24:24). Note que la palabra "fuere" no está en el original. El versículo arriba citado implica, en el original, que el mismo propósito de los signos Satánicos y prodigios es específicamente para engañar a los elegidos!

Justo antes de que Cristo menciona lo arriba citado, dice:"por causa [por amor] de los elegidos, aquellos días serán acortados. Entonces si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis" (Mateo 24:22-23). Dios nos está advirtiendo! Él nos advierte, no para que seamos atrapados por aquellos que insisten en buscar otro Elías que ejecutará milagros. La indicación es que Satanás está a punto de dar a tal gente exactamente lo que está buscando!

¿Son Requeridos los Milagros?

Para entender correctamente qué hará el Elías del tiempo del fin, Dios nos permite ver dentro de las escrituras cómo el "Elías" inicial, previo a la primera venida de Cristo, cumplió su papel. Esto incluye, sea que se requieran o no, milagros espectaculares.

Hablando de Juan el Bautista, específicamente se nos dijo que "Juan ninguna señal [milagro] hizo" (Juan 10:41), y, sin embargo, Juan cumplió el papel profetizado de Elías, como el ángel dijo a su padre Zacarías: "E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto" (Lucas 1:17).

En virtud de esto podemos ver, en Juan el Bautista - quien es el tipo [o modelo de Elías] - que el apóstol en el tiempo del fin no será Elías, pero vendrá en "el espíritu y poder de Elías". El vendrá como maestro o convertidor - Justo como Elías y Juan el Bautista fueron. Su papel involucrará preparar un pueblo para Dios, y enseñarles acerca del arrepentimiento - volviéndolos de sus propios caminos, al Camino de Dios. Tal individuo poseerá también automáticamente la marca genuina de un verdadero apóstol, para, como lo hemos visto en capítulos previos, iluminar por primera vez a la gente y volverlos al Camino de Dios que, en realidad, se extiende al mismo corazón del papel de un apóstol.

En Resumen

La profecía claramente predice que, en el tiempo del fin, un individuo será enviado para preparar parte del Templo espiritual, al cual Cristo regresará. Del tipo [o modelo] - que fue Juan el Bautista - sabemos que la frase "espíritu y poder de Elías" no implica la ejecución espectacular de poderes y milagros de Elías, sino, mejor, la forma en que él iluminó las mentes de la gente - volviéndolas hacia el Camino de Dios en arrepentimiento.

A este apóstol del tiempo del fin le es también dado profunda revelación, en el sentido de una restauración del entendimiento antiguo. En este papel, él - restaurará todas las cosas - que la Iglesia del tiempo del fin necesita "retener", para que ningún hombre tome su corona.

De lo expuesto antes, solamente dos escenarios son posibles: Que el apóstol del tiempo del fin ha venido, o que nosotros en la Verdadera Iglesia debemos buscar otro. Aquellos que no aceptan al Sr. Herbert Armstrong como aquel individuo, deben, en consecuencia, estar esperando por otro - o la Palabra de Dios es falsa. Tal postura es increíblemente peligrosa. Como indica la profecía, Satanás dará a tal gentes cualesquiera milagros que ellos puedan estar esperando - pero con señales y prodigios mentirosos para engañar a los elegidos de Dios.