"Exactamente, ¿Qué es un APOSTOL?"
Capítulo 10
Nuestra Herencia Espiritual
Como vimos en el capítulo siete, Dios necesitaba que la Iglesia primitiva sostuviera fielmente la herencia espiritual que recibió de Pedro, después de su muerte. Porque, respecto de esto, Pedro escribió su segunda epístola, como medio de estimularlos a hacer eso, y, dentro de ésta, advirtió de peligros que ellos enfrentarían de falsos maestros, que intentarían inducirlos por diferentes direcciones. El paralelo con la instrucción que Dios dio a la era de Filadelfia, de "retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona" (Apocalipsis 3:11) es instantáneamente reconocible.
Es claro también, de II Pedro, que la herencia espiritual que queda después de que un apóstol ha muerto, debe continuar existiendo sobre la gente iluminada por Dios a través de él. Más, el interrogante todavía permanece: ¿Qué involucra exactamente tal "herencia espiritual"? Y, más importante, ¿qué es la herencia espiritual especifica que nos quedó - después de la muerte del Sr. Armstrong - en el tiempo del fin, hoy?
Llamados Ahora Para Ser Maestros
Al observar nuestra salvación y nuestra parte dentro del Reino de Dios, a través del prisma de los Días Santos, una razón clara para nuestro llamamiento, emerge por encima de todo: El pueblo de Dios [las personas que lo componen] han de ser los primeros frutos - parte de la primera resurrección - y están destinados para llegar a ser "sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años." (Apocalipsis 20:6). Este propósito - llegar a ser sacerdotes y reinar por todo el milenio - es la razón por la cual somos llamados ahora.
El papel principal del sacerdote -que incluye el papel para el que estamos destinados a llevar a cabo, como "real sacerdocio" (I Pedro 2:9) es: "Los labios del sacerdote han de guardar la sabiduría, y de su boca el pueblo buscará la ley" (Malaquías 2:7). Por lo tanto, la razón por la cual Dios nos ha llamado durante esta era, es para asegurar que un grupo de reyes y sacerdotes nacidos de espíritu estarán disponibles para enseñar dentro del mismo Reino de Dios (ver también: Deuteronomio 24:8; II Crónicas 15:3; Miqueas 3:11).
Dentro de El Misterio de los Siglos, el Sr. Armstrong atrajo muy claramente nuestra atención a esta razón para nuestro llamamiento. El dijo:
"Reiteremos una vez más que el propósito de la Iglesia no es simplemente traer salvación a los llamados a ella … La Iglesia podría llamarse la universidad pedagógica [universidad de maestros de Dios] donde se preparan gobernantes y maestros para el reino de Dios … para llamar a los predestinados a salir del mundo y prepararse para ocupar puestos de liderazgo en el mundo de mañana, donde enseñarán y capacitarán a otros." (Misterio de los Siglos, Capítulo 6, pág. 189)
¿Qué Enseñaremos?
Nuestra herencia espiritual está intrínsecamente conectada a este propósito de nuestro llamamiento: Enseñar. Isaías declara que aquellos que humanamente vivan en el milenio, "oirán a sus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda" (Isaías 30:21). Por favor, tome nota de que nosotros - como maestros - vamos a tener que señalar "el camino" en todas las circunstancias, pues dice: "no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda". Esto sólo puede ser hecho si "El Camino" del que se habla aquí, primeramente involucra un principio que puede ser aplicado a cada una y a toda circunstancia.
También, "Este Camino" hacia el que debemos llamar la atención de la gente, como maestros bajo Jesucristo, no puede ser algo nuevo, pues se nos dijo: "Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos" (Hebreos 13:8). Así que, "El camino" hacia el cual vamos a atraer la atención de la gente en el milenio, es claramente el mismo "Camino" que debemos caminar hoy. También es el mismo "Camino" enseñado por Cristo y los apóstoles primitivos. También es el mismo "Camino" que, en efecto, procedió de Dios, por vía del apóstol, quien originalmente nos habló la Palabra de Dios -en nuestro caso- el Sr. Armstrong. Tiene que ser el propio "Camino" de Dios Mismo. Este "Camino" reposa en el mismo corazón de todo. Este "Camino" es nuestra herencia espiritual.
Los Dos Árboles
El Sr. Armstrong hablaba continuamente acerca de "Este Camino", pero él procedería así, usando un ejemplo particular de las escrituras: El ejemplo era el tema de los dos árboles. En un sermón que él dio en la fiesta de Expiación de 1981, explica por qué continuamente volvía a este relato. Él dijo:
"¿Lo han entendido Uds. realmente? ¿Lo han captado Uds.? ¿Tiene esto algún significado para Uds.? O, Uds. estarán pensando: ´Ah, ojalá que el Sr. Armstrong dejara ya de volver a martillar, yendo una y otra vez a Génesis. Ahí está él de regreso a esos dos árboles de nuevo. ¡Ciertamente! ¡Regresaré a ello de nuevo, de nuevo y de nuevo! ¡Yo quiero hacer que Uds. entren en el Reino de Dios conmigo! En primer lugar, yo no los llamé a Uds; sin embargo, de alguna manera, soy responsable de proveerle alimento ahora que Uds. están aquí. ¿Sabían eso? Dios me juzgará responsable. Yo quiero que todos Uds. sigan avanzando conmigo, y eso no va a ser fácil." ("Lo que Significa" Expiación, 1981)
Observe en lo citado arriba, que el Sr. Armstrong explica por qué continuamente volvía a los dos árboles: ¡Esto era con el fin de que nosotros podamos estar en el Reino de Dios! Este tema de los dos árboles: El "Camino del Dar" y el "camino del obtener," es absolutamente vital. Si no lo entendemos plenamente, hasta el punto en que podamos enseñarlo y aplicarlo, no existirá propósito para nosotros, ¡aún estando en el Reino de Dios! Los maestros dentro del Reino de Dios deben siempre estar en capacidad de indicar la diferencia entre estos dos árboles.
Pablo nos dice: "¿No sabéis que los santos han de juzgar al mundo?" (I Corintios 6:2). Observe lo que respecto de esto dice en Malaquías: entonces os volveréis, y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve" (Malaquías 3:18). Dos distintos "caminos" nos son mostrados aquí - precisamente igual a lo enseñado por los dos árboles. La indicación es que, únicamente aquellos que realmente "lo captan" - y "captan" el Camino que Dios especifica - ¡van a estar allí como seres espirituales, para, asimismo aplicarlo y enseñarlo!
Daniel reconoció estos dos "Caminos" distintos, cuando dijo: "Tuya es, Señor, la justicia, y nuestra la confusión de rostro" (Daniel 9:7). Cristo habló también acerca de ellos cuando dijo a los discípulos: "ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan" (Mateo 7:13-14).
La misma herencia espiritual que Pedro dejó después de su muerte, involucraba los dos árboles. Él contrasta: "El camino recto" con "el camino de Balaam" (II Pedro 2:15); "el camino de la verdad con el de "sus disoluciones [caminos perniciosos] de falsos maestros (II Pedro 2:2); y cómo aquellos que engañan, han dejado "el camino de la justicia" cuando ellos deciden "volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado" (II Pedro 2:21).
¡La lección de los Dos Árboles es crucial! El Mundo de Mañana no va a ser de la manera como hoy, debido a ilusiones de eruditos, o a técnicas administrativas, es. No va a ser debido a una lista de aprobaciones o desaprobaciones que los hombres puedan recolectar de las escrituras, o, de igual manera, que los hombres puedan recolectar de las enseñanzas de un apóstol. El Mundo de Mañana será llevado a cabo por medio de cambios radicales de pensamiento; de un estilo de vida, a un CAMINO de Vida totalmente diferente.
Este "Camino de Vida" también es nuestra herencia espiritual. En su raíz es: "La naturaleza divina" (II Pedro 1:4). Esa es la razón por la que, en el libro de los Hechos, encontramos continuamente mencionada la Iglesia Verdadera, en el papel fundamental de seguidores de "Ese Camino" o "El Camino" (Hechos 9:2; 18:26; 19:9; 19:23; 22:4; 24:14; 24:22).
Este fue El Camino que los apóstoles enseñaron cuando la iglesia primitiva "perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros" (Hechos 2:42). Fue también "El Camino" enseñado a nosotros por el apóstol del tiempo del fin - Sr. Herbert W. Armstrong bajo la inspiración del propio Espíritu de Dios, igualmente.
El Gobierno de Dios
Aunque, al describir nuestra herencia espiritual como "El Camino", pueda parecer algo trillado en la superficie, lo que en realidad estamos describiendo es el mismo gobierno de Dios. El Sr. Armstrong escribe:
"EL PROPÓSITO DE DIOS, al haber creado y puesto a los humanos sobre la tierra, fue desarrollar el propio santo y justo carácter DE DIOS en ellos. Dios necesita un pueblo que se disponga a RECHAZAR y a vencer el CAMINO DE VIDA de Satanás, y dé un viraje hacia EL GOBIERNO DE DIOS; el cual, es EL CAMINO de vida DE DIOS." (El Increíble Potencial Humano, Capítulo 11, pág. 184)
No solamente Jesucristo es "El Camino, la verdad, y la vida" (Juan 14:6), sino que Él es también "el mismo ayer, y hoy, y por los siglos [por siempre]" (Hebreos 13:8). Este Gobierno de Dios; este Camino de Dios; fluye hacia abajo, desde Dios a Su pueblo, y está destinado a hacerlo así por la eternidad. El Gobierno de Dios, por lo tanto, nunca puede ser simplemente, de un líder humano, hacia abajo. ¡Debe ser siempre transparentemente evidente que aquellos que están sobre nosotros en la Iglesia, deben así mismos mantenerse humildemente sujetos a lo que Cristo puso sobre ellos!
Cuando el Sr. Armstrong estaba vivo, ese vínculo [la humilde sujeción al gobierno de Dios] estuvo acompañando al apóstol de Dios. Hoy, aunque el único apóstol está muerto, debemos todavía ponernos debajo de idéntica estructura administrativa - si es que vamos a permanecer bajo el idéntico Gobierno de Dios. Ningún líder sobre nosotros tiene derecho de cambiar esa herencia espiritual sobre él. "El Camino" nunca cambia. ¡Cuán irónico, por consiguiente, que, en el tiempo del fin, Cristo es descrito como estando a la puerta, afuera de la Iglesia Laodicea, llamando! (Apocalipsis 3:20).
La Administración del Espíritu
Cuántas veces oímos al Sr. Armstrong decirnos que, "¡el problema en este mundo es espiritual! Después de todo, ´No tenemos lucha contra sangre y carne, sino… ´contra espíritus de maldad…´ (Efe. 6:12). Esto es, después de todo, ´el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia´" (Efesios 2:2). Por lo tanto, también es claro que la solución - "El Camino" y Gobierno futuros de Dios - debe ser también espiritual.
El apóstol Pablo habla de esta dimensión espiritual dentro de la administración del Gobierno de Dios, cuando dice, que Dios "…nos hizo ministros competentes [o administradores] de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu" (II Corintios 3:6). Por favor, observe que la administración, para ser usada, no debe ser de acuerdo con la letra, sino de acuerdo con el Espíritu. Aquí se está hablando de El Camino en el cual la Ley de Dios debe ser administrada.
Este aspecto - que la Ley de Dios ha de ser administrada dentro de la Iglesia de Dios de acuerdo con el espíritu y no con la letra - ha sido, y es hoy, uno de los mayores obstáculos para muchos. Muchos, simplemente nunca "lo captan". Algunos permiten el liberalismo y conductas licenciosas, que relegan la Ley de Dios a una simple y nebulosa idea: "Algo puesto en nuestros corazones". Otros ignoran completamente lo que Dios dice aquí, y llegan a ser poco más que modernos Fariseos de hoy - construyendo "listas de control" de ideas que ellos creen, de alguna manera, que los "harán más justos".
Estos enfoques son, asimismo, carnales y completamente falsos, a ojos de Dios. Ni uno ni otro de estos enfoques fueron recibidos del apóstol de Dios del tiempo del fin. La herencia espiritual que recibimos fue precisamente esa - espiritual! Y esa no significa algo nebuloso, ¡sino realmente el opuesto exacto!
Recuerdo una instancia particular cuando, desde el púlpito, en Bricket Wood, el Sr. Armstrong dijo potentemente que nosotros "simplemente no lo captamos!" Dos amigos míos estaban sentados casi al frente, y fueron profundamente perturbados en darse cuenta de que, eran ellos en quienes el Sr. Armstrong tenía continuamente puesta su mirada, y a quienes igualmente señalaba, mientras estaba explicando esto. Él estuvo dirigiendo sus comentarios directamente a las primeras tres filas, donde los líderes clave dentro de la Obra se sentaron entonces: Evangelistas, profesores del colegio, cabezas y ministros de departamento. Eran los líderes - más que el resto de nosotros - a quienes el Sr. Armstrong reconoció que "no lo captaban". Esto llegó a ser dolorosamente obvio inmediatamente después de su muerte. ¡Desafortunadamente, todavía es dolorosamente obvio hoy!
Uno de aquellos amigos entonces, tuvo la oportunidad de entrevistarse con el Sr. Armstrong, un día después o poco después. El Sr. Armstrong vino a donde él trabajaba para aprobar algunas fotografías para una de las publicaciones. Él, por consiguiente, aprovechó esta oportunidad para preguntarle: "Sr. Armstrong, qué quiso decir Ud. exactamente en los servicios, cuando dijo que nosotros no "lo captamos" - ¿qué es lo que nosotros todavía "no captamos?" Su respuesta pone al desnudo este asunto entero de los dos árboles y la herencia espiritual que nos ha sido dejada: El Sr. Armstrong levantó una fotografía y dijo: "Lo que la gente no entiende es que no hay absolutamente nada en este mundo hoy que vaya a sobrevivir sin cambio en el futuro. Por ejemplo, ¿ve Ud. esta fotografía? La plata sobre esta fotografía ha tenido que ser excavada desde la tierra, y al hacerlo así, causó polución, lo cual no es el "Camino de Dios." No hay absolutamente nada en este mundo que permanecerá exactamente como es, cuando el mundo sea, eventualmente, supeditado completamente al Gobierno de Dios en el Reino de Dios. Todo debe cambiar; y eso nos incluye a nosotros!""
No Es un Camino Humano
Este principio acerca de que "todo debe cambiar," tiene que ser aplicado dentro de cada una de nuestras vidas presentes. Si hemos de permanecer dentro de la verdadera Iglesia de Dios, entonces cada aspecto de nuestras vidas debe llegar a estar sumiso al Gobierno de Dios - el Camino de Dios. La vasta mayoría dentro de la Iglesia, simplemente no ha comprendido esto todavía. Ellos no comprenden la escala de lo que esto en realidad significa. Cristo igualmente nos dice que humanamente, esto es imposible, pero, inmediatamente indica que "…para Dios …todas las cosas son posibles" (Marcos 10:27). El Sr. Armstrong clarificó precisamente cómo Dios hace esta imposible situación, posible, cuando dijo: "Esa ley es AMOR, pero, no amor humano. El amor humano no puede superar el nivel del egoísmo humano. Tiene que ser "el amor de Dios… derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo" (Romanos 5:5)" (El Misterio de los Siglos, Capítulo 6, pág. 226).
El rey David - descrito como "varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero" (Hechos 13:22) - no simplemente quiso entender los preceptos de Dios, sino "entender el camino de tus preceptos; "no simplemente apartar la mentira, sino "el camino de la mentira"; no simplemente la verdad, sino "el camino de la verdad"; no simplemente caminar ese Camino, sino "CORRER el Camino de tus mandamientos, cuando ensanches mi corazón (con el mismo Espíritu de Dios)" (Salmos 119: 27-32).
David fue un hombre según el propio corazón de Dios, porque el reconoció que su humano corazón necesitaba cambiar continuamente, si iba a caminar el Camino de Dios! Por cuanto "El Camino" es una herencia espiritual, éste nunca puede ser captado por la mente natural. Como el apóstol Pablo dice: "Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente" (I Corintios 2:14). ¡Entender la herencia espiritual, demanda el Espíritu de Dios!
Hemos sido testigos de gente en medio de nosotros, haciendo "listas doctrinales" con una mano, mientras con la otra mano, espiritualizando en extremo la Ley de Dios, hasta que se vuelve sin sentido. Asombrosamente vimos, en la reciente apostasía, gente que previamente usó una dura "ala derechista" con relación a la Ley de Dios, ¡de pronto virar, de la noche a la mañana, y volverse ultra liberal! No deberíamos habernos sorprendido. Lo que atestiguamos fue simplemente dos enfoques carnales alternativos hacia la Ley espiritual de Dios.
Nuestra herencia espiritual proveniente de Dios, por vía del Sr. Armstrong, es un "Camino" espiritual que la mente carnal no puede captar (Romanos 8:7). Más, la pregunta permanece: ¿Cómo logramos "volver al Sendero", y nuevamente abrazar "Ese Camino"? Ese es el tema de los últimos dos capítulos.
En Resumen
La herencia Espiritual que quedó para el pueblo de Dios, para continuar fielmente después de la muerte del apóstol enviado a ellos, es mucho más extensivo que lo que los seres humanos naturalmente captan. Esta es "El Camino" que es continuamente mencionado en el libro de Hechos, y comprende la administración del nuevo pacto profetizado en las escrituras (II Corintios 3:6). Es también "El Camino" en el cual Cristo aplicó las escrituras, cuando estuvo en la tierra como ser humano, magnificando el mismo Espíritu de la Ley. Esto es, por lo tanto, solo humanamente posible a través del Espíritu de Dios. Ese Espíritu es dado como dádiva, y sólo es dado a aquellos con la voluntad de humildemente disponerse así mismos en obediencia a Dios (Hechos 5:32; Hebreos 5:9).
"Este Camino" debe ser enteramente aprendido por la Verdadera Iglesia de Dios, porque así puede ser efectivamente enseñado en el Mundo de Mañana. "Este Camino" puede también ser descrito como el Gobierno de Dios. También es el "Camino del Dar", tan opuesto al "camino del obtener," tema al que el Sr. Armstrong continuamente volvía, cuando describía el relato de los dos árboles. "Este Camino" es nuestra herencia espiritual. Este es el inapreciable regalo que Dios nos ha dejado, después de la muerte del apóstol del tiempo del fin que Él nos envió - el Sr. Herbert W. Armstrong.